Decapitan a 21 personas por una disputa política en Filipinas
Se decretó el estado de excepción en la provincia de Maguindanao, ante el temor de que se desate una espiral de venganzas.
Matanza. Al menos 21 personas fueron decapitadas por una disputa política en el sur de Filipinas, protagonizada por un gobernador de la provincia de Maguindanao y su rival electoral.
Unos cien hombres armados secuestraron de 30 a 50 personas -entre ellas abogados de derechos humanos y periodistas- que iban a la oficina regional de la Comisión Electoral, a presentar la candidatura a gobernador de Ibrahim Mangudadatu. Los pistoleros se llevaron a sus rehenes en varios carros. Poco después, un grupo de soldados que los perseguían halló los cadáveres decapitados de trece mujeres y ocho hombres, entre ellos la esposa y tres hermanos del político.
Mangudadatu responsabilizó al gobernador Andal Ampatuan, conocido como “El Padrino”, cuyo hijo Unsay estaba al mando de la operación de secuestro, según el teniente coronel Romeo Brawner, portavoz del Ejército filipino. El Gobierno debió declarar el estado de excepción en Maguindanao por el temor a que se desate una violenta venganza en la zona, donde son comunes los enfrentamientos entre clanes familiares por disputas de tierras y rivalidades políticas.
Matanza. Al menos 21 personas fueron decapitadas por una disputa política en el sur de Filipinas, protagonizada por un gobernador de la provincia de Maguindanao y su rival electoral.
Unos cien hombres armados secuestraron de 30 a 50 personas -entre ellas abogados de derechos humanos y periodistas- que iban a la oficina regional de la Comisión Electoral, a presentar la candidatura a gobernador de Ibrahim Mangudadatu. Los pistoleros se llevaron a sus rehenes en varios carros. Poco después, un grupo de soldados que los perseguían halló los cadáveres decapitados de trece mujeres y ocho hombres, entre ellos la esposa y tres hermanos del político.
Mangudadatu responsabilizó al gobernador Andal Ampatuan, conocido como “El Padrino”, cuyo hijo Unsay estaba al mando de la operación de secuestro, según el teniente coronel Romeo Brawner, portavoz del Ejército filipino. El Gobierno debió declarar el estado de excepción en Maguindanao por el temor a que se desate una violenta venganza en la zona, donde son comunes los enfrentamientos entre clanes familiares por disputas de tierras y rivalidades políticas.
